¿COMO INCIDIR EN LA ALIMENTACIÓN?
Rescatamos una frase histórica del pensador chino Confucio:
«Dímelo y lo olvidaré, muéstremelo y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé».
Predicar con el ejemplo en temas alimenticios es una responsabilidad primordial que tenemos los padres y madres para con nuestros hijos e hijas. Debemos fomentar hábitos saludables en ellos porque nos van a observar constantemente y somos su espejo de comportamiento.
En este asunto, hay que tener especial incidencia con los más pequeños. En sus primeros años no pueden elegir qué comer, por lo que podemos inculcarles hábitos saludables y positivos basados en nuestras propias elecciones alimenticias. De esta forma, cuando lleguen a la adolescencia tomarán mejores decisiones sobre la comida y la bebida.
Hábitos saludables para niños de Primaria en torno a la alimentación serían:
- Elaborar los menús variados y equilibrados.
- Hacer la compra.
- Ayudar a cocinar algunas comidas.
- Importancia de hacer 5 comidas al día.
- Comer en familia.
- Asumir otras responsabilidades respecto al cuidado y mantenimiento de los alimentos de la casa.
Comer sano:
Enseñarle a nuestros hijos e hijas que somos lo que consumimos podría ayudarles a desarrollar una mayor conciencia sobre la importancia de establecer una dieta basada en productos sostenibles, alimentos frescos y saludables. Hablamos por ejemplo de incluir más pescado, frutas o productos de la huerta a nuestros hábitos alimenticios.
Si además les explicamos lo que nos proporciona cada uno de esos alimentos (hidratos de carbono, proteínas, vitaminas…), y cuándo es más aconsejable consumir cada alimento (desayuno, comidas o cenas), fomentaremos un entendimiento global de la importancia de una alimentación saludable que les servirá para toda la vida.
Beber mucha agua:
Aunque parezca mentira, a algunas personas les cuesta bastante beber agua. Entre ellas, a muchos pequeños. De los hábitos saludables para niños de Primaria que debemos fomentar con más fuerza, sobresale este. La tentación de los refrescos y otras bebidas dulces, como los batidos, y su gran aceptación, provoca esta carencia en el consumo de agua natural que tan sana y necesaria es para nuestro organismo.
La mayoría de los estudios nutricionales relacionan directamente la obesidad infantil a la extendida ingesta de bebidas dulces y gaseosas que vemos hoy en día en la sociedad. Obesidad, caries, trastornos emocionales… Las contraindicaciones son evidentes y conocidas por todos y todas. Sustituir esta tendencia por la de 6-8 vasos de agua al día, será un enorme paso al frente en nuestro esfuerzo para consolidar los mejores hábitos posibles en la vida de nuestros hijos e hijas. Un adecuado consumo de agua ayuda a eliminar toxinas y a hidratar los órganos internos.
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